En defensa del pluralismo liberal by Lorenzo Bernaldo de Quirós

autor:Lorenzo Bernaldo de Quirós [Bernaldo de Quirós, Lorenzo]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Ensayo, Ciencias sociales
editor: ePubLibre
publicado: 2020-04-30T16:00:00+00:00

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La irracionalidad de las religiones posmodernas

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Cuando se leen o se escuchan las letanías de los creyentes de las Iglesias seculares, resulta sorprendente cuántas personas educadas, inteligentes, en apariencia bien informadas y llenas de benéficas intenciones son capaces de persistir en el error, rechazar cualquier argumento crítico de sus posiciones e instalarse en la irracionalidad. Sin duda hay oportunistas y carreristas dispuestos a subirse a cualquier tren para medrar, pero, si se asume con un cierto esfuerzo que esa actitud no es la regla, el interrogante de por qué los individuos sucumben a los cantos de sirena de las sectas posmodernas mantiene toda su vigencia. Ante este panorama ha surgido toda una colección de teorías orientadas a esclarecerlo. Su combinación permite encajar, al menos en parte, las piezas del puzle. Su punto en común es que no es la ignorancia, sino la irracionalidad, el factor determinante de la fuerza de las religiones posmodernas.

Uno de los enfoques para resolver el problema es el concepto de ignorancia racional, extraído de la teoría de la elección pública,[61] esto es, aquella situación en la que el coste de adquirir nuevo conocimiento excede los beneficios que aportaría poseerlo, por lo que sería irracional gastar tiempo en obtener la información adecuada para adoptar una decisión. Aunque tiene utilidad, esa tesis no basta para explicar por qué las personas oscilan hacia las falsas creencias políticas o morales en vez de abrazar, por ejemplo, un sano escepticismo o volverse agnósticas. Ni tampoco por qué individuos que apenas han tocado la superficie de un tema confían tanto en sus juicios sobre él, aunque éstos se vean desmentidos por la evidencia empírica. La cuestión es que, en los asuntos relacionados con la política y la ética, algunas creencias son más seductoras que otras, lo que induce a relajar o eliminar los estándares intelectuales normales para evaluarlas. ¿Por qué sucede esto?

La hipótesis de la racional irracionalidad[62] sugiere una visión diferente a la planteada por los teóricos de la elección pública, aunque guarda algunas similitudes con ésta. Su eje central es la existencia de una marcada diferencia entre tener creencias irracionales en la vida personal y actuar conforme a éstas en la plaza pública. En el primer supuesto, el individuo asume en su plenitud los costes de actuar de esa manera. Por tanto, tiene poderosos incentivos para modificar su conducta y para adoptar un comportamiento racional en sus actividades particulares, pero eso no es incompatible con defender posiciones cuajadas de irracionalidad en la res publica. Las personas pueden perfectamente abogar y defender iniciativas que, de implantarse, serían desastrosas en términos agregados, pero juzgan que ello no tiene impacto alguno sobre su vida e incluso éste puede ser positivo. Si una falsa creencia es emocional y moralmente satisfactoria y no hay costes personales asociados a ella, no hay motivos para abandonarla.

Los ilustrados creían en el imparable avance de la ciencia para acabar con las telarañas de la superstición y del oscurantismo. Por desgracia, esto no sucede en el ámbito de la moral y de la política.

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